La Construcción 4.0 surge al rebufo de la cuarta revolución industrial, la denominada Industria 4.0. Supone una oportunidad única de reconvertir un sector que siempre ha estado lastrado por unos niveles de productividad muy bajos, provocados por unas formas de hacer demasiado artesanales y una gestión empresarial anacrónica. Esta reconversión pivotará sobre dos ejes, la industrialización de los procesos constructivos y la transformación de los modelos de negocio a través de la digitalización.

La Construcción 4.0 es un cambio de paradigma. Más allá de la cuestión tecnológica, la Construcción 4.0 parte de una novedosa premisa donde las obras son vistas como fábricas productivas en las que se «fabrican» productos (edificios, carreteras, túneles…) a través de medios productivos (maquinaria) y mediante métodos organizados (proyectos). Esta visión fabril nos acerca a la industrialización de la construcción, y con ello, a poder incorporar tecnologías que ya protagonizan relevantes innovaciones en otras industrias de concepción más productiva, como la del automóvil. En resumen, la construcción 4.0 es conceptualizar la construcción como una industria fabril, y asmiliar para el sector los preceptos de la Industria 4.0.

Existen estudios que aseguran que el sector de la construcción, en los últimos 20 años, apenas ha incrementado su tasa de productividad mientras la industria, y especialmente la industria manufacturera, prácticamente han incrementado un 200% esa ratio.

Parece evidente que hay una correlación entre el nivel de digitalización de un sector y su productividad. En esa dimensión, ya hay expertos que aseveran que la construcción podría incrementar por 5 o incluso por 10 su productividad si adquiere un estilo de producción similar a la de la industria manufacturera e implementa el enfoque “Construcción 4.0”.

Desde la perspectiva tecnológica, la verdadera revolución llegará con la agregación del IoT, la computación en la nube y el Big Data. Este triunvirato tecnológico, junto con la robótica, será el responsable de la verdadera transformación digital del sector de la construcción, y con él llegarán cuestiones como la interoperabilidad de los medios humanos y materiales, y el uso de la información en tiempo real para la toma de decisiones de forma descentralizada. Estas dos cuestiones son «ADN Construcción 4.0».

En relación a las desventajas, hablaría más de amenzas. Concretamente, percibo una amenza relacionada con la formación y cualificación de los profesionales del sector. En esta línea, mientras se vayan implementándose nuevas soluciones tecnológicas en los procesos constructivos, será necesario recualificar a los trabajadores. Por ejemplo, si esperamos ver a operarios con cascos de realidad aumentada en la obra, es evidente que ese operario tendrá que tener la formación suficiente para hacer un uso adecuado y eficaz de dicha tecnología.

Pero el verdadero cambio, en términos de competencias profesionales, vendrá con los nuevos modelos de negocio. Las empresas necesitarán de perfiles profesionales con alto grado de especialización y conocimiento, colaborativos y con capacidades para la gestión y la planificación. Y provenientes y con experiencia en, principalmente, alguna de las siguientes áreas tecnológicas: la mecatrónica, las TICs, el Big Data o el BIM.

Habrá oportunidad de profundizar en estas y otras cuestiones en la Mesa TÉCNICA «Construcción 4.0, el nuevo paradigma» del miércoles 31 de mayo.

David Díez Díez. Investigador en ITAINNOVA, miembro de la Comisión Permanente de la Plataforma Tecnológica Española de la Construcción (PTEC) y Vocal del Comité Directivo de ANMOPYC

 

 

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